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Luego del primer año de gobierno

El 1 de diciembre se cumplió el primer año del gobierno del Presidente
Andrés Manuel López Obrador. Sin mayores sorpresas, desde el Zócalo
capitalino, habló sobre el combate a la corrupción, la pobreza y la
desigualdad que persigue su administración. Sin ser un ejercicio de
rendición de cuentas, oficializó un acto de divulgación política, con poco
sentido de autocrítica, “otros datos” y repetición de frases trilladas.

Al asegurar que ya cumplió 89 de los 100 compromisos asumidos hace 12
meses, el Presidente pidió una prórroga en el plazo –de un año más– para
que los efectos de su transformación puedan percibirse por los mexicanos,
ahora sí.

Como es propio de un organismo preocupado por lo que pasa en el país,
en Coparmex, lamentamos la falta de un análisis profundo y crítico de los
grandes pendientes que enfrentamos como sociedad, desde hace varias
décadas.

Es cierto, México sigue siendo un país de leyes y en lo general, nuestro
sistema económico no ha sido afectado. Pero también hay que decirlo: hoy
en el país hay graves problemas que requieren de la máxima seriedad y
atención, por parte de nuestros gobernantes.

Sin duda, se trata de un balance negativo en lo que va del año, que no
beneficia a nadie. Con profunda voluntad constructiva, en Coparmex
señalamos cuáles deben ser los retos prioritarios que el Gobierno de
México debe atender en 2020 y en lo que resta del sexenio.

Primero: frenar los índices de violencia y delincuencia que predominan en
casi todo el territorio, fortaleciendo los componentes de seguridad pública,
para que las familias mexicanas puedan salir a las calles sin miedo y
puedan vivir en condiciones de paz.

No se trata de retomar las estrategias del pasado, sino de examinar
conjuntamente, sociedad y gobierno, lo que sí funcionó antes y lo nuevo
que se puede implementar hacia delante.

Segundo: combatir frontalmente la corrupción en todos los niveles y en
todas las esferas de la vida pública y privada. Para ello, sería muy útil
apuntalar mecanismos como el Sistema Nacional de Transparencia, el
Sistema Nacional de Fiscalización y el Sistema Nacional Anticorrupción.

Tercero: reestablecer las condiciones de confianza y certidumbre en la
economía, para detonar el crecimiento y generar los empleos formales que
hacen falta. Por ello, en lo inmediato, debemos mantener la estabilidad
macroeconómica; impulsar un gasto público eficiente; robustecer la
actividad industrial; ampliar la presencia comercial de México en el mundo; y avanzar en el fortalecimiento de las instituciones.

Cuarto: seguir fortaleciendo la democracia, con autoridades que garanticen
el cumplimiento del Estado de Derecho, las libertades, así como con
condiciones de tolerancia y respeto. También, con medios de comunicación que informen veraz y oportunamente; y con ciudadanos
participando activamente en la agenda pública.

Y quinto: frenar la destrucción institucional de los últimos meses, donde
diversas instituciones han desaparecido, a otras se les ha mermado en su
capacidad por la vía del presupuesto, mientras que algunas más se han
supeditado a los intereses de otros poderes. Aquí, todos los mexicanos
tenemos mucho que aportar, para defender todas y cada una de nuestras
instituciones.

Para superar estos desafíos, México contará con el compromiso de la
Coparmex, como lo ha hecho a lo largo de sus 90 años de vida, aportando
a la construcción de una mejor sociedad. Juntos, seguiremos edificando el
país que todos queremos.