Instituto Nacional Electoral: Autonomía bajo asecho
Por Roberto Rosas Jiménez
Si hay una materia en la que México ha avanzado en las últimas décadas es en el fortalecimiento de su democracia. La evolución del IFE y su modernización a través de diversas reformas legales, ha permitido que el hoy, Instituto Nacional Electoral, sea un órgano autónomo y eficiente, que brinda certeza y da confianza en los comicios electorales.
En toda democracia, la estabilidad de sus autoridades electorales es la condición más deseable, si se aspira a celebrar elecciones transparentes, participativas y equitativas. Por ello, resulta preocupante la propuesta legislativa a ser presentada en la Cámara de Diputados, con la que se pretende reducir el periodo en la Presidencia del Consejo General del INE, de nueve a tres años; estableciendo que dicho puesto sea rotatorio entre todos los consejeros electorales.
En Coparmex externamos nuestro absoluto rechazo a esta propuesta que no sólo vulnera la autonomía e independencia del INE, sino que compromete la estabilidad del instituto y de todo el sistema democrático mexicano.
Primero, porque atenta contra el marco legal. En el caso de que esta peligrosa propuesta llegara a prosperar en el proceso legislativo, estaría entrando en vigor el próximo año con la grave intención de remover al actual Consejero Presidente electoral, quebrantando el principio de Retroactividad de la Ley que establece nuestra Constitución Política en su artículo 14, que a la letra dice: “a ninguna Ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna”.
En todo caso, tendría que aplicarse a partir del nombramiento de los nuevos consejeros electorales, como es el caso de los cuatro que se elegirán el próximo abril y no, con el actual Consejero Presidente que ocupa el cargo desde 2014 y termina su gestión en 2023.
Otra grave afectación es a la autonomía e independencia del INE. Al reducir el periodo en la Presidencia a tres años, se atentaría contra toda la lógica con la que se diseñó su organización interna, para que los nombramientos de los integrantes del instituto no dependieran de los ciclos políticos o de las mayorías cambiantes de una elección a otra. En este caso, habría un nuevo Consejero Presidente, coincidiendo plenamente con la gestión del Gobierno Federal actual y con la organización de las elecciones intermedias de 2021.
Igualmente, un cambio de titular cada tres años, generaría cierta inestabilidad interna, afectando las decisiones de mediano y largo plazos, como las que se toman en la Junta General Ejecutiva, donde se revisan aspectos técnicos o de relevancia primordial como es la materia presupuestal. Además, si bien todos los Consejeros tienen la misma voz en las decisiones del INE, el Consejero Presidente es quien determina las prioridades temáticas y la postura institucional en la agenda pública. Por lo que, para buscar estabilidad y confianza, es preferible mantener una visión continuista y no de modificaciones constantes como la que se está planteando con dicha propuesta.
En Coparmex, hacemos un llamado enérgico a los Diputados Federales a desechar cualquier propuesta legislativa que atente contra la democracia mexicana. Debemos mantener la autonomía y eficacia del INE, que nos han permitido tener elecciones confiables y alternancia en los distintos niveles de gobierno, incluyendo por supuesto, al actual Presidente de la República.
Sólo con estabilidad y confianza en nuestras instituciones vamos a seguir avanzando en el proceso de transformación profunda de nuestro país.
Instituto Nacional Electoral: Autonomía bajo asecho – Infobaja de BC