Columna

Más impuestos en medio de la pandemia

Baja California ha sido uno de los Estados más afectados en la República por el COVID-19. Esta situación no sólo se ha visto reflejada como también a amenaza a la salud de la población, también a la economía de nuestra región al ocasionar que muchos negocios detengan sus labores para evitar la propagación de la misma. 

En una situación así, lo que menos esperamos de nuestras autoridades son estrategias que aligeren el golpe a los bolsillos de los ciudadanos y que se brinden apoyo para que las MiPyMEs puedan salir adelante. Sin embargo, con las acciones que hemos visto últimamente por parte del Congreso del Estado, esto pareciera que no es así. 

Hace unos días nuestros diputados locales, aprobaron “fast track” un “Impuesto por Emisiones de Gases a la Atmósfera”, donde se cobra una cuota de $0.17 pesos por cada litro o kilogramo de CO2, en la venta de gasolina, diésel, gas natural y gas LP, con el objetivo de “promover y desarrollar programas en favor del medio ambiente”. Además, de gravar un impuesto a las empresas de transporte a través de plataformas digitales, servicio que tiende a ser más utilizado actualmente por personas que buscan evitar el transporte público. 

Es increíble que nuestras autoridades, aprovechen la situación que estamos viviendo actualmente para gravar un impuesto a servicios que se han vuelto esenciales para la población durante la pandemia por COVID-19. 

Esto es una muestra clara de la falta de sensibilidad que tienen nuestros políticos actualmente, que en vez de trabajar en buscar soluciones para reactivar la economía del Estado, se enfocan en generar más impuestos o, incluso, tomar decisiones que los beneficie a ellos, como el dictamen aprobado para permitirles que se puedan reelegir sin dejar el cargo. 

Esta es una situación preocupante. Vemos cómo nuestros políticos, aquellos que la ciudadanía elegimos para representarnos y trabajar por mejores condiciones para nuestra región, aprovechan un escenario de mayoría en el Congreso para aprobar, sin problemas, acciones que traen beneficios solo a unos cuántos y no a la ciudadanía en general. 

Sí, las empresas son las que terminarán pagando estos incrementos, pero les recordamos que todas ellas están hechas por ciudadanos, que también resultan afectados por esta situación y, que a su vez, son responsables del bienestar de sus colaboradores.

Es posible que no haya marcha atrás en estas modificaciones, pero al menos, nuestros legisladores deberían de transparentar el destino de esos recursos y utilizarlos en temas primordiales como lo es el apoyo al sector salud o en generar acciones que reactiven la economía durante los próximos meses. 

Yo invito, a través de este escrito, a todos nuestros políticos para que presenten acciones que impulsen la reactivación económica, para que las empresas de la región y la ciudadanía en general, tengan un regreso seguro a sus actividades. 

Esta es una nueva oportunidad para trabajar por nuestro Estado. Tenemos que estar preparados para aprovechar el escenario que está por venir una vez que finalice la pandemia, pero es necesario que tanto sociedad y gobierno, trabajemos de la mano para sacar a Baja California adelante.