Columna

2022, perspectivas y soluciones

Por Roberto Rosas Jiménez

Para muchos 2021 fue un año perdido, un año que pudo -ante la aprobación e inoculación de las vacunas antiCovid- haber sido el de la recuperación económica; sin embargo, la falta de apoyos gubernamentales, la elevada inflación, la salida de capitales y la menor atracción de inversión tuvieron como resultado el incremento en casi 4 millones de nuevos pobres y la caída en el ingreso de 4 de cada 10 trabajadores.

Es hora de cambiar y hacer que 2022 sea un año positivo; está en nuestras manos aprovechar las oportunidades que toda crisis ofrece. Consideramos que hay tres factores primordiales que pueden implicar riesgos para el crecimiento de nuestro país.

  1. Contexto de inflación. Se explica por un fenómeno global surgido a partir de las distorsiones que generó la pandemia en las cadenas de suministro. Consideramos que este fenómeno será temporal. El riesgo es que este fenómeno dure más de lo esperado y que lleve a subidas sustanciales en las tasas de interés que puedan frenar la inversión.
  2. Nuevas variantes u olas de contagio que podrían implicar restricciones a la movilidad y a la actividad económica. Será muy relevante que en México se acelere la vacunación ya que sólo el 52% de la población cuenta con el esquema completo, y ante el surgimiento de la variante Ómicron se ha considerado fundamental aplicar una 3ª dosis de refuerzo. Vamos tarde pero ya iniciamos.
  3. Acciones de política pública que deterioren la inversión. En específico, es un riesgo la iniciativa de reforma en materia eléctrica y energética. Sin haberse aprobado ya ha inhibido el arribo de nuevas inversiones. En caso de aprobarse se deterioraría irreparablemente la confianza y el atractivo de México como destino de inversión.

Sin embargo, también consideramos que hay tres factores claves que pueden impulsar nuestras expectativas de crecimiento para 2022:

  1. El crecimiento de la economía de EE.UU. Se espera que mantenga su ritmo acelerado de crecimiento en los próximos años, sobre todo, impulsado por su recién aprobado Plan de Infraestructura.
  2. Cambios de paradigmas ante las disrupciones en las cadenas de suministro. Las decisiones geográficas de inversión han evolucionado a raíz de la pandemia. La cercanía geográfica de México con EE.UU. (el principal consumidor del mundo) lo convierte en un espacio idóneo para posicionar o reubicar plantas manufactureras. Por ello, México debe aprovechar este contexto.
  3. Una nueva etapa de diálogo y entendimiento entre el gobierno y los empresarios. Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), el sector privado es responsable aproximadamente del 90% del empleo; por lo tanto, debemos hacer equipo. Hacerlo ha rendido frutos, ahí están los incrementos históricos al Salario Mínimo en los últimos años que han sido impulsados por Coparmex y pagados por los empresarios.

Nuestro llamado es no sólo al Gobierno federal, sino también a los gobiernos estatales, municipales, a los Poderes Legislativo y Judicial, así como a los ciudadanos a trabajar juntos por el bienestar de las familias.

Este año 2022 es una gran oportunidad para sacar adelante a nuestro país y lograr una reactivación económica efectiva. Para ello necesitamos la participación de todos y todas y el trabajo en unidad, porque nadie es mejor que todos juntos.

2022, perspectivas y soluciones – Infobaja de BC