Columna

Cirugía Mayor

Baches por aquí, baches por allá. Avenidas importantes con riesgo de colapso por deslaves. Puentes sin poderse transitar por fallas estructurales. Bloqueos vecinales por reclamos en la propiedad de la tierra. Manifestaciones y amenazas de transportistas ante la modernización del transporte. La movilidad vial resulta caótica, lenta y compleja para los locales. Una odisea para el foráneo. Nuestra ciudad vive un auge económico sin igual, llegan nuevas inversiones todos los días, pero nos falta, infraestructura, energía eléctrica, vivienda accesible, agua y mano de obra. La tensión política entre China y Estados Unidos, brinda una oportunidad sin igual para México y más para Tijuana. Nuestra ubicación privilegiada y vocación maquiladora nos convierte en un imán natural para que nuevas empresas se quieran asentar en nuestra ciudad. Pero necesitamos una estrategia inteligente, alejada de la popularidad electoral, y que sea integral, agresiva y con visión de largo plazo para poder re-establecer la infraestructura al nivel que se requiere. Hay mucho rezago. Por ejemplo: el sistema de drenaje sanitario y pluvial de la ciudad, ya es obsoleto e insuficiente. Fue construido hace décadas con un diseño para la población de aquel entonces y una proyección no mayor a 20 años. No ha existido un plan de renovación y modernización. Sólo parches por aquí y por allá.

Si Tijuana fuera un paciente, el diagnóstico sería complejo: una gran actitud, muchas ganas por salir adelante, creatividad al tope, pero diversas dolencias al interior del cuerpo. Arterias al borde del colapso. Alta presión. Muchos gérmenes y bacterias resistentes a los antibióticos. Ha sido atendida por muchos doctores, diversos diagnósticos, se le han prescrito analgésicos y anti inflamatorios. Sólo se han atendido los síntomas superficiales. Tijuana, necesita hoy, una cirugía mayor.