Columna

Poder judicial autónomo

México es un país con división de poderes para asegurar los debidos contrapesos y equilibrios.

México es un país con división de poderes para asegurar los debidos contrapesos y equilibrios. El poder judicial – encargado de hacer cumplir las leyes y nuestra constitución, juega un rol sumamente importante en el desarrollo del país y en el aseguramiento de nuestras libertades. Hemos sido testigos de su importancia en diversos temas que se han resuelto en la suprema corte -el órgano de mayor jerarquía del poder judicial y que han permitido mantener el balance y operación del país. Es importante mantenerlo actualizado, vigente y siempre en un proceso de modernización que le permita mayor transparencia y eficacia. Desde la Coparmex siempre hemos estado a favor de mejorar, fortalecer y desarrollar nuestros poderes e instituciones. A principios de este año, el poder ejecutivo presentó para su análisis un paquete amplio de diversas iniciativas, entre ellas una reforma integral al poder judicial, en donde se pretende la modificación de los integrantes de la suprema corte, su periodo, su remuneración, responsabilidades, pero la que más destaca y genera controversia, es la propuesta de que los jueces, magistrados y ministros serían electos por elección popular. Este tipo de cargos requieren una gran preparación académica, son puestos sumamente especializados, en donde debe prevalecer la formación, las cartas credenciales, la experiencia. Nuestro poder legislativo, por ejemplo, que también requiere gran experiencia y conocimiento de la ley, se ha llenado de personajes que gozan de popularidad en otros ámbitos, y que son electos por su fama y simpatía y no por su capacidad. Esto ha generado un poder legislativo débil, que vota sin leer -mucho menos analizar- las leyes que autorizan. Podríamos decir que sólo unos cuantos son los que formulan las leyes y gran parte del aparato legislativo nos cuesta caro y nos rinde poco.

La reforma del poder judicial debe ser profesional y consultando a los expertos -las barras de abogados, por ejemplo-, y tomando las mejores prácticas de los países más avanzados y desarrollados. Por ejemplo, ningún país miembro de la OCDE elige a los integrantes del poder judicial por elección. Por algo será.

Nuestro país tiene muchas oportunidades y también bastantes desafíos que resolver. Estamos a pocos meses que entre en funciones la nueva legislatura y la nueva Presidenta. Desde la Coparmex proponemos un diálogo constructivo, que nos involucre a todos, en donde podamos juntos encontrar las prioridades y mecanismos para realmente fortalecer nuestro poder judicial – si creo que necesite modernizarse- pero sin limitar su autonomía.

Hoy México necesita ofrecer rumbo, certeza y caminar hacia la unidad nacional, lograr la cohesión social y enfrentar nuestros desafíos con los mejores perfiles, prioricemos lo verdaderamente importante. La concentración de poder implica riesgos. Hace mucho tiempo que nuestro país no tenía un gobierno tan legítimo y tan poderoso. Coparmex seguirá siempre aportando y colaborando con la propuesta de un mejor país, nuestra inteligencia colectiva y gran amor por México nos respalda. Y con un poder judicial autónomo, moderno y renovado, nuestra democracia se fortalece, se respeta y crecemos todos.