Columna

El nuevo modelo educativo

Los mexicanos llevamos mucho tiempo tratando de generar cambios de fondo para mejorar la calidad de la educación.

Los rezagos en este ámbito se han convertido en un lastre que nos impide avanzar en la competitividad del país, pero lo más preocupante es que nuestros niños y jóvenes están atados a un futuro limitado por la carencia de habilidades y competencias que demanda el mundo actual y el del futuro.

El diagnóstico de la educación en México nos deja una gran insatisfacción. La más reciente evaluación PISA de la OCDE nos muestra que el 48% de los alumnos de 15 años registra conocimientos insuficientes en el área de ciencias, 42% también conocimientos insuficientes en lectura y 57% en una disciplina tan importante como las matemáticas.

En estas tres áreas, solamente algo así como el 1% de nuestros estudiantes logran alcanzar niveles de competencia en grado de excelencia.

Una de las prioridades estratégicas de Coparmex a lo largo de su historia, ha sido precisamente la promoción de la educación de calidad para todos los mexicanos, como factor determinante del desarrollo de México, con equidad.

Es por eso que a nivel nacional, hacemos un llamado a la sociedad para que desde nuestro ámbito de acción, todos contribuyamos al éxito de los cambios que se van a emprender en el entorno escolar y en las aulas con el nuevo Modelo Educativo para la Educación Obligatoria, que entrará en vigor a partir del 2018.

Este nuevo Modelo Educativo recoge los principales temas que son prioritarios para mejorar la calidad y equidad de la educación, mediante el cambio pedagógico para aprender a aprender y pone a la escuela y a los alumnos en el centro del sistema educativo.

Es fundamental que todos nos sintamos parte de él, que nos involucremos en su implementación desde el ámbito de los maestros, directores de escuela, padres de familia y alumnos; sólo así podremos fortalecerlo.

Es preciso cuidar los otros pilares del nuevo modelo educativo, como lo es la modernización de la formación de los maestros, de manera que más escuelas públicas y privadas puedan formar docentes que estén a la altura de estos retos y además, generar alumnos que salgan de la escuela listos y capacitados para hacer frente a los retos del mundo actual.

Empresarios, académicos, organismos de la sociedad civil, es necesario que todos participemos subsidiariamente en su implementación. Sólo de esta forma se dará garantía de una implementación exitosa en el largo plazo.

La participación conjunta del sector empresarial y las entidades educativas, cada vez toman mayor relevancia en los procesos de formación y profesionalización de competencias al combinar la teoría y la practica con nuevos modelos de aprendizaje.

Un ejemplo de ello es el Modelo Mexicano de Formación Dual, el cual en Coparmex Tijuana llevamos tres años impulsando y del cual han salido más de 100 alumnos bajo este programa; pero sobre este tema quisiera profundizar más en la próxima columna