Columna

Modelo Mexicano de Formación Dual: Una tarea compartida

Como lo comentaba en mi columna anterior, hablar de educación implica en gran medida ponderar la voluntad de quienes podemos contribuir y hacer de nuestra región un espacio de oportunidades para las próximas generaciones.

En México y desde 2014, se ha venido implementando el Modelo Mexicano de Formación Dual, herramienta cuyo objetivo principal refiere a la formación de talento, brindando al estudiante técnico bachiller los instrumentos requeridos para desempeñarse en funciones productivas y administrativas cada vez más complejas, desarrollando competencias genéricas, profesionales y disciplinares para alcanzar una educación integral.

La Formación Dual implica cursar el 30% de su instrucción en el aula y 70% en la empresa.

¿Se imaginan la posibilidad de formar alumnos bachilleres en su empresa?

El incluir a los aprendices al sector productivo, les da la oportunidad de llevar a la práctica los conocimientos adquiridos en el aula, además de formarlos en las mismas áreas de trabajo que están desempeñando, permitiéndoles desarrollarse de manera interpersonal y consolidando su conocimiento.

Un México con educación de calidad requiere caminos claros para que nuestros jóvenes puedan insertarse en la vida productiva, respondiendo a paradigmas donde las oportunidades de trabajo no sólo se buscan, sino que se crean; esta situación obliga la adecuación de métodos de aprendizaje, a fin de garantizar una formación profesional viable en el ámbito laboral.

La Formación Dual es una manera innovadora de educar y formar a los jóvenes en base a las competencias que la empresa necesita. Es llevar a los jóvenes de hoy a salir de los proyectos experimentales y confrontarse con la realidad de la empresa y el trabajo. También a tener un plan de rotación positiva dentro de la organización empresarial y vivir los valores y actitudes de la productividad: ser responsables, puntuales, asistir a trabajar de manera formal y presentable, seguir indicaciones, trabajar en equipo, tener iniciativa y promover proyectos concretos.

Sumado a esto la empresa se reviste de Responsabilidad Social, al atender no solo lo que su fin último reclama: generar bienes y servicios de manera rentable, sino en formar a las personas de manera íntegra en base a sus necesidades. Partiendo de esta premisa, también hay que reconocer que hoy en Tijuana hay mucha oferta de trabajo contra la demanda y expectativa de cada empresa para determinados puestos. En este sentido, la formación dual, nos permite generar una afinidad e identidad de los alumnos con nuestra empresa, para que se pongan la camiseta y le sean altamente leales a lo largo del tiempo. Además de ello, vencemos en buena medida la costosa y larga capacitación de personal que implica desgaste sobre todo en tiempo.

Invito a todos los empresarios a que conozcan el Modelo Mexicano de Formación Dual que Coparmex y ahora todos los organismos empresariales podemos ofrecer. Estaremos invitando en distintos momentos para que puedan conocerlo y sacar el mejor provecho de cada uno de los chicos o chicas que participen del mismo.

Para lograr una sociedad diferente necesitamos hacer cosas distintas. Formar a jóvenes bachilleres en la empresa es el comienzo para transformar de fondo a nuestro país.