Columna

Un mensaje por Tijuana

En los últimos dos años, nos adaptamos a los cambios. No teníamos otra opción.

La pandemia dejó ver muchas de nuestras debilidades en todos los niveles; pero también, que la solidaridad sigue vigente entre los seres humanos.

Al margen del daño principal en la salud colectiva, pensando en el futuro la educación fue uno de los sectores más castigados. Todavía no conocemos los efectos reales del retraso en dos ciclos escolares, distorsionados por un cambio drástico derivado de la enseñanza a distancia. El Banco Mundial ha dado cuenta de esto.

Por eso es tan importante seguir enfocados en cómo recuperaremos el terreno perdido en educación y evitar así mayores dificultades en el ámbito social, particularmente en la inseguridad donde no vemos los avances que esperamos todos los mexicanos. Esto, claro, es preocupante.

En 2015, en Coparmex Tijuana alzamos la voz para que se diera una atención prioritaria al tema de inseguridad. 7 años después y 4 administraciones locales, seguimos sin coordinación interinstitucional, y pareciera que sin estrategia. Francamente ya estamos cansados de la exhibición nacional e internacional de Tijuana como una ciudad violenta. Se tiene que hacer algo.

A pesar de esto, esta región sigue creciendo y haciendo valer todos los días nuestra vocación migrante, incorporando a la planta productiva a miles de personas que llegaron con la intención de cruzar a Estados Unidos y que, al no lograrlo, se quedaron aquí para contribuir con su trabajo al desarrollo de nuestra comunidad.

Sin embargo, para continuar con el crecimiento se requiere de infraestructura y Tijuana no tiene la suficiente.

Citemos el ejemplo más sensible: Transitar en nuestras calles se ha convertido en un deporte extremo para conductores y peatones. El parque vehicular, legal e ilegal, ha tronado la circulación. A todas horas y en casi todos lados, y sobre las condiciones físicas de las calles no tiene caso abundar. Se requiere urgentemente un plan de infraestructura integral.

Hablando específicamente de vialidades, estamos agotados de proyectos como el SITT. Rebautizado una y otra vez, derribando obras y construyendo otras, pero nunca abordado como un proyecto que realmente aminore los graves problemas de movilidad que padece Tijuana y, peor aún, abonando al problema eliminando un carril de circulación.

En el tema general de infraestructura en Tijuana es evidente la causa raíz en esto: Falta de seguimiento.

Tanto el Gobierno del Estado y el Municipio de Tijuana tienen la obligación y el compromiso de generar los planes y estrategias para revertir las cifras negativas en inseguridad, educación e infraestructura.

Una vez más: en Coparmex estamos dispuestos a participar en el diseño y ejecución de las estrategias. Evidentemente son temas de sociedad y gobierno, por eso no deben abordarse bajo una sola perspectiva.

Vamos a ser claros: El borrón y cuenta nueva en cada inicio de gobierno ha perjudicado enormemente a Baja California y Tijuana. No todo es malo, no todo es bueno.

Encontremos entonces un justo medio en beneficio de la sociedad y no de los intereses político-partidistas. Donde se justifique la continuidad, vamos adelante. Donde no, seamos creativos pensando a largo plazo.

El amor a nuestra tierra se demuestra con trabajo y compromiso.

En Coparmex, con su consejo y sus socios, estamos listos para seguir trabajando y convertir a Tijuana en una ciudad más integral y próspera. Es lo menos que podemos ofrecer a una ciudad que nos ha dado tanto.

Fuente: Un mensaje por Tijuana – Infobaja de BC