Columna

Educación financiera

El interés compuesto es la fuerza más poderosa del universo”. Albert Einstein.

Si uno realiza una encuesta al azar entre diversos grupos de ciudadanos y le hace la siguiente pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre interés simple e interés compuesto?, nos sorprendería que muy pocas personas aciertan la respuesta. Por ello, no es de sorprendernos la situación económica del país y el poco análisis financiero que deriva en muy malas decisiones de inversión en muchos rubros del gasto ciudadano, empresarial y gubernamental.

Las personas que presentan habilidades financieras notables -son en su mayoría resultado del autoestudioo afortunad@s de contar con un mentor en la materia. El sistema educativo tradicional no ha incorporado en sus planes de estudio dicha materia, salvo las carreras financieras o afines. Desde mi óptica, deberían incluirse desde la primaria. Cosas tan sencillas como ahorro e inversión, interés compuesto, tasas de retorno, cálculo de margen de utilidad, podría ser de gran utilidad en la vida diaria de todos nosotros, siendo México un país conformado en su mayoría por PYMES. Estos conceptos básicos contribuirían a lograr el éxito financiero. El tener un presupuesto, planes y objetivos financieros, nos ayudarían bastante a lograr nuestras metas. 

Mucha gente teme a la deuda – sobre todo los políticos en campaña – sin entender que una deuda bien fundamentada y con un proyecto con tasa de retorno mayor al costo del dinero o utilizada en un proyecto productivo rentable, hacen siempre sentido. Los que saben cómo funciona el sistema, lo aprovechan y utilizan deuda para financiar sus proyectos, aunque tengan dinero propio. La gente que no está educada en finanzas personales – la mayoría del país- son los que sucumben a la tentación del nuevo teléfono en abonos chiquitos semanales, sin darse cuenta que están pagando tasas de interés altísimas por un bien improductivo, que su flujo operativo se limita bastante, generando estrés financiero y estancamiento.

Vemos con pesar, como se toman muy malas decisiones financieras en todas las escalas y más triste cuando con el dinero de los mexicanos, se realizan decisiones de inversión para proyectos de poca o nula trascendencia, generando cada vez más rezago ante tantas necesidades del país.

La educación financiera ofrece posibilidades de desarrollo infinitas. Desde COPARMEX haremos lo que nos toca y seguiremos impulsando este tema, capacitando a nuestros socios y dándoles herramientas para que puedan cimentar su desarrollo.