Columna

Educación

La educación es la base del progreso. No me queda la menor duda. Hace algunos meses, durante un viaje que hice a la sierra Tarahumara, tuve la oportunidad de conocer a Herminio, un niño cuyos padres viven a horas de camino a pie dentro de la sierra, por caminos y veredas complejas. En una visita que hicieron al pueblo, conocieron a unos sacerdotes Xaverianos quienes lo invitaron a estudiar en una escuela con internado que ellos mismos financian, con el objetivo de dar herramientas y oportunidades a los niños que no tienen acceso a ningún tipo de educación académica y cuya vida estaba destinada al campo. Herminio estudia de lunes a viernes y los fines de semana realiza la odisea del viaje para visitar a su familia. En su casa, su dieta consistía en camote, arroz y papa. Hoy, tiene acceso a una dieta que incluye proteínas, frutas y verduras. También acceso a salud básica, y sobre todo, a una educación integral. Hoy, Herminio habla español, le gusta la música, bailar, los deportes y también me dijo que le encantaban las matemáticas y la computación. También le gusta mucho tejer artesanías que aprendió de sus padres, y hasta me regaló una pulsera tejida por el. No cabe duda que su vida hoy tiene una luz de esperanza. La educación, la guía y motivación de sus maestros, el acceso a una computadora con internet, le han abierto las puertas del mundo. Un mundo que probablemente jamás hubiera conocido de no haber tenido la oportunidad de estudiar. Hoy Herminio aspira a estudiar una ingeniería y seguramente tendrá una calidad de vida mucho mejor que la que han tenido sus padres. Esto se llama movilidad social, y la educación es de las variables que más inciden para lograrla.

Nuestro país hoy se encuentra en una encrucijada, para podernos subir y mantener en el camino del desarrollo, se necesita fortalecer el sistema educativo nacional. Esto implica realizar fuertes inversiones en infraestructura escolar: escuelas dignas con salones de material, energía, internet, mobiliario decoroso, espacio para actividades deportivas y acceso a baños limpios y agua potable. También muy importante la capacitación del cuerpo docente, del material educativo y planes de estudio acordes al presente y futuro de nuestra nación. Si queremos un país desarrollado, que compita con éxito en el mundo, sin duda necesitamos fortalecer la ciencia y la tecnología. ¿Queremos seguir siendo un país proveedor de mano de obra? Yo prefiero un país de mentes creativas que generemos tecnología, en lugar de solo maquilarla. Necesitamos un gobierno que piense en la siguiente generación, no en la siguiente elección. Necesitamos políticos visionarios, que generen políticas públicas con énfasis en el interés del país y el futuro de los niños antes que su interés personal. Tenemos escasez de funcionarios con vocación real de servicio. Su agenda tiene otro rumbo. Desde la COPARMEX seguiremos proponiendo e impulsando el Sistema de Educación de excelencia, porque nuestra vocación es de servicio, de amor por México, y porque nuestra niñez merece una oportunidad.